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Exhibición de Paleontología Regional

SALA 2 - SALA 3 - SALA 4 y SALA 5.

Las mismas se encuentran constituidas principalmente por restos de grandes mamíferos, aves, reptiles entre otros, que vivieron en el Partido de General Alvarado en los últimos 4 millones de años, que proceden de los afloramientos geológicos marítimos de la zona. Aquí ofrecemos información de algunas de las piezas exhibidos o resguardadas en nuestra institución. Los mismos poseen una larga fama desde principios del siglo XX.

 

SALA 4 - Paleontología. Perezosos Gigantes, Gliptodontes y Dasipodidos.

Sala homenaje al Dr Rosendo Pascual.

Los armadillos, osos hormigueros y perezosos actuales pertenecen al grupo de los xenartros. La palabra xenartro, que significa articulación extraña, hace referencia a una articulación suplementaria que existe entre las vértebras de estos mamíferos. A su vez el nombre de edentados, como se denomina también a este grupo, tiene su origen en la reducción del número de dientes, que llega a ser total en el oso hormiguero. También se caracterizan por la falta de esmalte en sus dientes, con excepción de algunas formas primitivas. Los xenartros pilosos o tardígrados se caracterizan por poseer el cuerpo cubierto de un espeso pelo, sin una armadura como en los cingulados, aunque en algunas formas fósiles había un escudo óseo entre la piel. Los perezosos vivientes son mamíferos herbívoros de movimientos lentos que habitan en los árboles de los tupidos bosques y selvas de América del Sur y Central. Son muy distintos de sus parientes fósiles pampeanos, que eran de  tamaños colosales y movimientos más ágiles.

Perezosos Gigantes Extintos; En la sala del Museo de Ciencias Naturales de Miramar, se exhiben algunos de los centenares de restos fósiles de estos gigantes. Los "Pilosa" (Perezosos) en la actualidad se encuentran representados por mamíferos pequeños y medianos, como osos hormigueros y perezosos de tres dedos, que pasan la mayor parte de su tiempo colgados en los árboles, moviéndose en forma muy lenta, debido a su bajo metabolismo, pero en el Pleistoceno habitaron en nuestro territorio formas gigantescas. 

El Megatherium americanum, sin ninguna dudas fue el mamífero terrestre prehistórico mas grande de la región pampeana y en el Pleistoceno sudamericano. Superaba los 4,5 metros de altura cuando se paraba sobre sus patas traseras y con su larga y robusta cola  formando una especie de "trípode" permitiéndole llegar de esta forma a las hojas de los árboles y tener un mejor panorama de todo su alrededor. El peso estimado de esta especie es de 5 toneladas, algo así como dos elefantes. Su cuerpo estaba recubierto por una fuerte pelambre. Sus patas delanteras eran largas y fuertes, acompañadas por cuatro garras, lo que le permitía acceder de mejor manera a los vegetales que formaban parte de su dieta. En la sala del Museo de Miramar se pueden observar un cráneo muy completo y un voluminoso fémur, mientras en las colecciones se resguardan numerosos restos.

El Lestodon arnatus, es el segundo perezoso de mayor tamaño. Aunque resientes restos fósiles hallados cerca del muelle de pescadores e nuestra ciudad, demuestra la existencia de grandes individuos, con talla similar o tal vez superior al anterior. El Lestodonte, al igual que sus parientes era un herbívoro, el cual recogía su comida a orillas de los pantanos o cauces fluviales. Median aproximadamente unos 4 metros de longitud. Su cráneo tenia una región rostral muy ensanchada. Los huesos de sus miembros eran grandes y gruesos. Su dentición era simple, pero resaltaban hacia afuera de la boca unos caniformes muy grandes, lo que se convertía en una defensa contra los posibles depredadores. Su masa estimada es de 2,5 toneladas. 

El Catonyx tarijensis, fue otro extraño perezoso gran tamaño y hábitos terrestres, corpulento, con cabeza grande y una cola larga y pesada. Los pies largos y con garras envueltas hacia adentro al igual que los otros Pilosa ya descriptos, por lo tanto caminaba apoyando sus nudillos. Es probable que pudiera ponerse en dos patas y mantener el equilibrio con la cola, utilizando sus garras para llevarse el alimento a la boca. Tenia 3.5 metros de largo y 1,7 de alto. Su masa estimada fue de una tonelada y su extinción ocurrió durante el Holoceno medio, hace 8 mil años antes del presente. Su cuerpo estaba cubierto por una espesa y densa pelambre y embebidos en la piel se encontraba un gran numero de huesillos (osteodermos), en forma y tamaño variables, generalmente superiores a un centímetro de diámetro. En nuestro Museo se exhibe un gran cráneo. 

 
Cráneo y mandíbula de Megatherium.   Aspecto de Megatherium.

El Scelidotherium leptocephalum, era de  tamaño menor y del grupo de los Xenarthros (perezosos), fueron los mamíferos más comunes del paisaje en e Pleistoceno, ya que sus restos fósiles son muy abundantes en los depósitos sedimentarios de este periodo. Tenía 1,7  metros de alto y 3,5 de largo. Su peso estimado es de una tonelada. El cráneo es alargado, bajo y estrecho, con un rostro proyectado hacia adelante. Su alimentación consistía de vegetales que hallaba en áreas secas. En el año 2002 se hallo en Miramar una paleocueva con galerías, dos cámaras y garras marcadas en paredes y techos. Su extensión superaba los 26 metros de largo y un diámetro que llegaba al 1,90 metros, y se podía observar su antigua conexión con la superficie. Así mismo, en 2004, personal de este Museo, recupero en la localidad de Mar del Sud (15 kilómetros de Miramar) el esqueleto de un adulto, abrazando a un juvenil.  La hipótesis, es que se trata de una hembra junto a su cría y que murieron en su madriguera hace mas de 100 mil años antes del presente. En este museo se conservan decenas de restos de Celidoterio, mientras que en exhibición se pueden observar un cráneo y manos completas, y el la sala cinco, se expone un esqueleto completo.

Los Gliptodontes: Es tal vez la familia extinguida mas popular de todos los mamíferos fósiles, cuyo nombre significa "diente tallado" (alude a la compleja forma de sus dientes). La característica principal de este grupo es su coraza, la cual no poseía bandas móviles como los armadillos actuales, lo que limitaba sus movimientos, formadas por placas óseas circulares e irregulares que embonaban como un mosaico. Patas cortas y robustas. Su origen se remonta al Eoceno, hace 45 millones de años, pero recién al final del Plioceno y durante todo el Pleistoceno tuvieron una gran diversidad, formas y tamaños. Al parecer no se alimentaban de hormigas como sus parientes modernos, sino de pastos y otras plantas duras. Se conocen alrededor de 65 especies de , los cuales presentan tres formas fundamentales, que se explican en la Sala del Museo. 

El Neosclerocalytus ornatus, fue la más pequeña de todas las especies de los Gliptodontes que habitaron en América del Sur. Tenía un caparazón alargado y bajo, con placas fáciles de identificar por el predominio en su diseño de la figura central sobre las periféricas. Su cabeza estaba protegida por un escudete óseo y su cola recubierta por cuatro anillos móviles y un tuvo largo y cilíndrico, capas de ser usado como arma. En las colecciones del Museo de Ciencias Naturales de Miramar resguardamos una amplia variedad de restos, e incluso una especie única.

   

El Glyptodon cavipes, tenia 3,5 metros de largo y 1,4 de alto. Su cráneo estaba protegido por una coraza cefálica. Su coraza ósea no tenia anillos móviles, cuya características es propia de esta familia de mamíferos desaparecidos. El tamaño de este caparazón es de unos 2,5 metros de largo por 2 metros de ancho, cuyas placas engrosadas entre si varían de 1 a 7 centímetros de diámetro, las cuales son fáciles de identificar por su forma de "flor". Su cola carecía del anquilosamiento de los anillos terminales en forma de tubo descriptos en los otros géneros. Esta se encuentra formada por una serie de anillos móviles de diámetro decreciente, conformada por unos siete anillos con placas de forma relativamente grotesca y en punta. El Museo de Miramar posee tres corazas y numerosos restos de Glyptodon. En la sala de exhibición numero Cinco se encuentra un esqueleto de este genero, mientras en la cuatro se exhiben varios restos y una cola completa.

El Doedicurus tuberculatus, fue la especie de mayor tamaño dentro de la familia de los Gliptodontes. Tenia 4,3 metros de largo y 2 metros de alto. La coraza tiene una forma muy particular, presentando una especie de joroba en su parte mas alta, con placas mas laxamente unidas que en otros parientes de la época. Su cola estaba formada por cuatro anillos, un tuvo cilíndrico de un metro de largo y en su termino poseía una masa ósea con púas corneas, convirtiéndose en una técnica de defensa contra los habituales depredadores. Sus extremidades son sorprendentemente robustas y su columna y cadera se encuentran soldadas al caparazón del animal. Se alimentaría al igual que otros de sus parientes de pastos cortos y de zonas semi-aridas. Su masa estimada en vida es de 2 toneladas.

Los Dasipodidos o armadillos; es una familia que agrupa a animales cuyos cuerpos se hallan protegidos por una coraza ósea y placas dérmicas, la que se divide en dos partes, una la coraza escapular y la otra la coraza pélvica, separadas por varias bandas móviles que varían en su cantidad según la especie. En la actualidad se encuentran representados por mamíferos de pequeño tamaño como los peludos y las mulitas, o el Tatu Carreta como máximo exponente. Durante la era Cuaternario vivió una mulita gigante llamada Pampatherium typum, cuyo nombre significa "bestia de la pampa". Es probable que su peso fuese de unos 225 kilogramos y superaba los 2,5 metros de longitud.

El Chaetophractus sp fue  un armadillo fósil emparentado con el mismo género viviente (el peludo pampeano). El origen de la presente estirpe es sudamericano, cuyos restos fósiles de sus antecesores corresponden al Eoceno, es decir, hace unos 45 millones de años antes del presente, pero al restablecerse la unión de ambas Américas, este género se desplaza hasta la parte media de Norteamérica. Era un armadillo  acorazado. La armadura de este animal estaba constituida por un mosaico de pequeñas placas óseas que se desarrollan en la capa inferior de la piel o dermis, y están recubiertas de epidermis córnea. Constituye un sistema de protección contra los depredadores; y en este género estaba protegida incluso la cola. Las placas formaban un escudo de una sola pieza sobre los hombros y otro sobre los cuartos traseros. Restos fósiles de este y otros géneros morfológicamente similares son hallados con frecuencia en los afloramientos sedimentarios correspondientes al Plioceno y Pleistoceno de Miramar.

Pata delantera de Eutatus seguini.

Restos muy completos de  de Chaetophractus sp.

El Eutatus seguini fue tal vez el último de los armadillos gigantes. Su registro fosilífero abarca desde el Pleistoceno inferior (2 millones de años) hasta el Holoceno temprano ( 8 mil años), encontrándose en algunos casos, asociados a restos óseos de otros animales por actividad antropica, es decir, que han presentado manipulación por antiguos grupos humanos. Al igual que los armadillos, posee  un escudete de placas óseas en su cráneo, conocido también como escudete cefálico. Su coraza dorsal es robusta, y poseía unas 33 bandas móviles que cubrían las dos terceras partes del caparazón. En cada mandíbula poseía de 9 a 10 dientes, los cuales utilizaba para comer carne en descomposición, huevos, larvas, caracoles y algunos tallos. Construían grandes galerías subterráneas, con cámaras amplias para proteger sus crías. Su cráneo era alargado. Sus patas eran cortas y robustas, protegidas por unas enormes falanges ungueales o garras, las cuales, eran justamente utilizadas para cavar. En el Museo de Ciencias Naturales de Miramar posee un ejemplar con varios restos de su esqueletos, y otros ejemplares aislados. 


SALA 5 - Paleontología. Intercambio Faunistico Americano.

Sala homenaje al Dr Eduardo Tonni.

En sala confluye la presencia de la fauna autóctona de Sudamérica con aquellos llegados desde el Norteamérica en un importante intercambio faunistico sin precedentes.

El gran Intercambio Biótico Americano

Fue el suceso que acaeció durante los últimos 3 millones de años, cuando se  restableciera la unión de Sudamérica con el resto del continente. Este evento geológico posibilito que la fauna  de América del sur se desplazara hacia el hemisferio norte, y la de este, hacia hemisferio sur.

Así fue que hacia el norte se movilizaron los grandes Gliptodontes, Megaterios, Toxodontes etc. en tanto que los emigrantes del norte llegaron a nuestras tierras fueron los Cervidos, Mastodontes, caballos, camelidos y carnívoros como lobos, osos y tigres dientes de sable entre otros.

El impacto de este fluido intercambio trajo aparejadas consecuencia dramáticas, como la competencia por los nichos ecológicos, la falta de readaptación, enfermedades etc, logrando la disminución de especies autóctonas, algunas llevadas a la extinción.

CARNÍVOROS: Hace unos 3 millones de años, América del Sur se une con América del Norte. Del norte hacia el sur, vinieron sorprendentes animales. Entre ellos, el oso de cara corta Arctotherium latidens, distintos felinos extintos y vivientes, canidos hipercarnivoros de gran tamaño, e incluso uno de los primeros carnívoros en ingresar a Sudamérica, llamado Cyonasua, emparentado con los coatíes. De este ultimo se conserva un esqueleto muy completo en la colección del museo.

El tigre dientes de sable fue uno de los grandes triunfos evolutivos de los mamíferos depredadores. Smilodon significa “dientes de sable”, característica que evidencia su acentuada especialización en la cacería de presas grandes, como el megaterio y el mastodonte, enormes mamíferos hoy desaparecidos. El Smilodon superaba el peso y tamaño que el león actual; sin embargo, sus proporciones corporales diferían de las de cualquier félido moderno. Las extremidades posteriores del Smilodon populator eran más cortas y robustas, su cuello proporcionalmente más largo, y el lomo más corto. La extraordinaria peligrosidad de este félido se debía al gran desarrollo de la parte anterior de su cuerpo y al tamaño asombroso de sus caninos superiores, que llegaban a sobresalir más de quince centímetros. Todo su cuerpo tenía una estructura poderosa y los músculos de los hombros y del cuello estaban dispuestos de tal manera que su enorme cabeza podía lanzarse hacia abajo con gran fuerza. Las mandíbulas se abrían formando un ángulo de más de 120 grados, permitiendo que el par de los inmensos dientes de sable que tenía en el maxilar superior se pudiera clavar en sus víctimas. En la sala del Museo, se expone un increíble esqueleto de Smilodon populator.

El dientes de sable que homenajea a Miramar.

En el año 2015,  Mariano Magnussen del Museo de Ciencias Naturales de Miramar, descubrió un sitio paleoicnologico en esa ciudad. Se identificaron las pisadas de un gran tigre dientes de sable, las cuales fueron recuperadas junto a  Daniel Boh, de la misma institución. Recientemente (2018) se presentó esta nueva icnoespecie como Felipeda miramarensis, únicas en el mundo.

El Notiomastodon platensis,  era un megamamifero que emigro desde el norte en "El gran cambio biótico Americano", encontrando en América del sur un nuevo lugar para expandirse.  Fue un Proboscideo (que posee trompa) al igual que el extinto Mamut y el actual elefante. Era herbívoro y llegaron a tener una masa corporal de 3,5 toneladas y unos 4 metros de altura. Habitaron lugares abiertos y pantanosos, donde sus huesos se iban incorporando al sedimento a medida que morían. Los hallazgos de restos fósiles de antiguos elefantes son algo escasos.  Se ha inferido para este taxón una marcada preferencia por climas de tipo templado cálido y hábitats de zonas abiertas o sabanas arboladas. Estos taxones habrían estado adaptados principalmente a ambientes templado cálidos de altura, alimentándose de especies vegetales arbustivas. En la exhibición de nuestro museo, l visitante puede ver restos de mandíbulas, fémur, colmillos y molares.

El Hippidion principale, era un primitivo caballo, el cual se extinguió poco antes de la llegada de los primeros colonos sin dejar representantes vivientes, siendo reemplazado por el caballo europeo. Era similar a las cebras de África, pero algo más bajo y rechoncho, con extremidades cortas. Su cráneo presenta unos huesos nasales algo alargado y pronunciado que las formas vivientes. Por otro lado, es notable la conformación de las extremidades, proporcionalmente cortas y anchas, que le confieren al animal un aspecto macizo. Su peso pudo ser de 400 kilos. Las características adaptativas de la parte distal de las extremidades de Hippidion pueden ser indicadores de distintos tipos de suelo y vegetación. El hábitat de Hippidion debería corresponder a un bosque húmedo y suelo blando. Los Equidos de América del sur se han extinguido totalmente.  En el museo se resguardan distintos restos fósiles, y en exhibición se muestran un cráneo muy completo con mandíbula.

En la tarima principal de esta sala, se pueden observar el esqueleto de Scelidotherium leptocephalum (perezoso gigante) y un Glyptodon munizi (Gliptodonte), perteneciente a linajes autoctonos de Sudamérica, acechados por el Smilodon populator (tigre dientes de sable) oriundo del hemisferio norte.

El Hemiauchenia paradoxa, era semejante a la de una llama o guanaco contemporáneo, pero su altura superaba la de un camello viviente de Asia y África, unos 2,5 metros aproximadamente. Se alimentaba principalmente del pastoreo. En los tiempos prehistóricos, las llamas y los guanacos no estaban restringidos a su presente distribución andino-patagónica, y eran habitantes frecuentes de nuestras praderas. Es un camélido oriundo de América del norte que llego a nuestras praderas hace mas de 1,5 millones de años. 

El Morenelaphus brachiceros, pertenece a la  familia Cervidae, que ingresó a América del Sur durante el gran intercambio biótico (límite Plio-Pleistoceno). Este grupo sufrió una rápida radiación durante el Pleistoceno, aumentando su diversidad hace 1 millón de años, situación que se manifiesta en la presencia de diversos géneros, tanto actuales como extintos. Tenía cuernos muy robustos, cilíndricos y achatados, longitudinalmente arqueados y en forma de "s" terminado en tres puntas muy filosas, ideales para la defensa. Su alimentación y comportamiento no habrá sido muy diferente a los ejemplares actuales. En la actualidad los descubrimientos de estos mamíferos se realizaron en abundancia en la localidad fosilífera de Centinela del Mar a unos 45 kilómetros de la ciudad de Miramar, donde se halla un enorme médano "fósil" con una antigüedad estimada de 200 mil años antes del presente. En la actualidad los descubrimientos de estos mamíferos se realizaron en abundancia en la localidad fosilífera de Centinela del Mar a unos 45 kilómetros de la ciudad de Miramar, donde se halla un enorme médano "fósil" con una antigüedad estimada de 200 mil años antes del presente.

El Platygonus es un género extinto de pecaríes herbívoros de la familia de los tayasúidos, que fue un endémico de Norteamérica del periodo Mioceno al Pleistoceno, ingresando durante el Plioceno a Sudamérica, conquistando ambientes abiertos y de pastizales. Era un animal gregario y, como los modernos pecaríes, posiblemente se movía en grupos. Mayor que los actuales pecaríes, con cerca de 1 metro de longitud corporal, y poseía largas patas, permitiéndole correr rápidamente. También tenía un hocico similar al de un cerdo y largos colmillos que probablemente usaba para defenderse de los depredadores.  Tenía un complejo sistema digestivo, similar al de los actuales rumiantes. 

La gran extinción de la Megafauna.

Hace unos 10.00o años desaparecieron para siempre de estas tierras perezosos terrestres gigantes, gliptodontes, toxodontes, macrauquenias, mastodontes, tigres dientes de sable, osos y caballos americanos.

En esa época las grandes planicies secas y arbustivas se fueron reemplazando paulatinamente por vegetación más verde y por pastizales. El clima fue tornándose cada vez más húmedo y cálido. Y es en este momento, en el que arribaron los primeros humanos.

¿Porque se extinguieron?
Varias teorías han atribuido la extinción a la caza por parte de tos primeros americanos, el cambio climático algunas enfermedades, entre otros motivos.

En el Parque del Museo.

El tigre dientes de sable fue uno de los grandes triunfos evolutivos de los mamíferos depredadores. Smilodon significa “dientes de sable”, característica que evidencia su acentuada especialización en la cacería de presas grandes, como el megaterio y el mastodonte, enormes mamíferos hoy desaparecidos.

Escultura tamaño natural del Tigre Dientes de Sable (Felipeda miramarensis) y en otro sector  hay Gliptodonte (Panochthus tuberculatus).. Por Alejandra Gabriela Monteverde y José Luís Gómez.

 El Smilodon superaba el peso y tamaño que el león actual; sin embargo, sus proporciones corporales diferían de las de cualquier félido moderno. Las extremidades posteriores del Smilodon populator eran más cortas y robustas, su cuello proporcionalmente más largo, y el lomo más corto. La extraordinaria peligrosidad de este félido se debía al gran desarrollo de la parte anterior de su cuerpo y al tamaño asombroso de sus caninos superiores, que llegaban a sobresalir más de quince centímetros. Todo su cuerpo tenía una estructura poderosa y los músculos de los hombros y del cuello estaban dispuestos de tal manera que su enorme cabeza podía lanzarse hacia abajo con gran fuerza. Las mandíbulas se abrían formando un ángulo de más de 120 grados, permitiendo que el par de los inmensos dientes de sable que tenía en el maxilar superior se pudiera clavar en sus víctimas. También se exhiben a su lado las únicas huellas fósiles de un dientes de sable en el mundo, Felipeda miramarensis, hallaos en nuestra ciudad.

Huellas de un Tigre Dientes de Sable, bautizado Felipeda miramarensis, únicas en el mundo.

Los Sitios Paleontológicos se encuentran protegidos.

Los sitios y los elementos Paleontológicos se encuentra protegidos por la ordenanza municipal 248/88 y por la ley nacional 25.743. Ante cualquier hallazgo, inquietud o denuncia por daños, debe comunicarse con nuestro museo.

Quizas te interese leer; Megafauna Prehistórica de Miramar y del Partido de General Alvarado.  //  La Era de Hielo. Del Cine a la Sala de Nuestro Museo. Conoce mas sobre la muestra.  //  Felipeda miramarensis. El fósil que homenajea a Miramar.

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